Un oasis educativo a los pies de la Serra de Tramuntana

Ubicada en la pequeña localidad de Marratxí, a 18 km de Palma de Mallorca, la escuela Arimunani se levanta como un refugio de madera y vegetación en las faldas de la Serra de Tramuntana.

El estudio de arquitectura a cargo del proyecto, Aulets, tomó como referencia los monasterios existentes en la isla balear para crear la estructura del edificio. En particular, su capacidad de protección de la intemperie, que consigue configurar un oasis mediante el uso de patios interiores protegidos. 

Tal y como explica Francisco Cifuentes, arquitecto del estudio mallorquín que ha realizado el diseño del edificio, “el proyecto es el resultado de diseñar simbióticamente los espacios exteriores e interiores, de manera que la actividad docente pueda desarrollarse en cualquier lugar del recinto”

Antes de poner en marcha la obra se analizaron las condiciones climáticas del lugar, para después diseñar las actuaciones necesarias para que un lugar caluroso y seco pueda, en pocos años, convertirse en un refugio climático. 

Refugio climático

La propuesta presenta acciones vegetales y arquitectónicas para equilibrar las condiciones climáticas extremas. El edificio está diseñado para protegerse de la radiación estival mediante la sombra de los árboles y los voladizos, para facilitar la ventilación cruzada y la radiación en invierno. Además, el patio interior crea un oasis climático.

El edificio está construido principalmente con materiales de la biosfera, lo que permite reducir la energía añadida en un 65% de las emisiones de CO2. La empresa de construcción de soluciones en madera, Egoin, se ha encargado de fabricar la estructura porticada con madera laminada encolada (MLE), forjados y paredes de contralaminada (CLT), de pino radiata procedente de bosques de madera certificada de Euskadi. En concreto, la empresa ha utilizado 130 m3 de madera CLT y 56 m3 de MLE aproximadamente. 

Por su parte, el pavimento es de linóleo y los paneles exteriores, de virutas de madera y cemento. 

El proyecto se ha configurado para que, no sólo su modelo docente, si no también el propio edificio y su entorno, puedan servir de modelo para futuras escuelas en el arco mediterráneo. Con la colaboración de la Universitat de les Illes Balears (UIB), se monitorizará el edificio para poder llevar un seguimiento y validación de las características climáticas de sus interiores así como de la eficiencia energética.