Madera laminada y bodegas de vino, un maridaje perfecto

Bodegas Protos, en Valladolid.

La madera es un elemento consustancial al vino: refuerza la intensidad de los caldos; ayuda a diluir los aromas primarios para que surja el bouquet, y modifica la astringencia y el amargor del vino para dar paso a los matices en boca. La madera es testigo muda de un proceso de transformación que la convierte en protagonista de un sector, el vitivinícola, que forma parte de nuestra cultura.

Sin embargo, la madera juega un papel mucho más amplio en este ámbito: su robustez y su estética, unidos a su carácter sostenible e integrador, han hecho que su protagonismo haya trascendido la enología y se haya extendido al mundo de la construcción. Hoy en día la madera es un material de referencia para la edificación de bodegas y ha contribuido a afianzar el nuevo paradigma de la arquitectura sostenible en este tipo de instalaciones.

Durante los últimos años algunas de las bodegas más icónicas han recurrido a la madera laminada y contralaminada (CLT) para imprimir un sello de distinción a sus instalaciones y facilitar su integración en el entorno bajo premisas de resistencia, calidez y máximo respeto al medio ambiente.

Este es el caso del productor de txakoli Gorka Izagirre, que ha utilizado las soluciones de Egoin para construir sus últimos proyectos, entre ellos la bodega de Txakoli de su mismo nombre (2005), dirigida por el arquitecto Iñaki Azpiazu, y el restaurante Azurmendi del chef Eneko Atxa (2012), ambos ubicados en el municipio vizcaíno de Larrabetzu. La bodega de Txakoli utiliza un robusto sistema de vigas rectas de madera laminada para hacer frente a importantes sobrecargas sobre forjados. En total, 375 m3 de volumen de madera laminada que ha permitido evitar la emisión a la atmósfera de casi 300 Tn de CO2.

Junto a estos proyectos, el promotor y bodeguero vizcaíno -que en 2019 vio cómo su vino blanco «42 by Eneko Atxa» era reconocido como el mejor vino blanco del mundo en el Concurso Mundial de Bruselas- ultima la inauguración de su nueva bodega, «Badiola«, de vino tinto en Villanueva de Álava, prevista para este mismo año. El propio Gorka Izagirre explica que la decisión de erigir estas instalaciones con las soluciones modulares de Egoin responde a criterios estéticos y medioambientales, y a la necesidad de integrar estas instalaciones en el entorno.

«He elegido la madera por un criterio filosófico, porque creo en la sostenibilidad y en el respeto al medio ambiente. Pero también lo he hecho por razones estéticas, porque la madera aporta más cercanía y más calidez», explica. Gorka Izagirre añade a todo ello el carácter integrador que ofrece este material, que ha sido especialmente importante en el caso de su nueva bodega de La Rioja alavesa, un equipamiento de 7.000 m² de superficie distribuido en cuatro edificios que dan continuidad al diseño urbanístico de la localidad.

Bodega de Txakoli de Gorka Izagirre en Larrabetzu.

Bodegas de vino y txakoli

Sin embargo no son estos los únicos ejemplos de bodegas que han recurrido a este tipo de soluciones para edificar sus instalaciones: en pleno corazón de La Rioja alavesa se levanta el imponente edificio de la Bodega Ysios, una de las referencias más icónicas de arquitectura vanguardista aplicada al mundo del vino, que fue concebida y proyectada por el arquitecto Santiago Calatrava. Se trata de un edificio singular perfectamente integrado que dibuja desde el aire una silueta en forma de copa de vino y que combina el aluminio natural de su cubierta con una cálida fachada recubierta de láminas de madera de cedro cuperizada.

Interior de la Bodega Ysios en la Rioja Alavesa.

Otra de las bodegas que ha elegido las soluciones de madera de Egoin ha sido Protos, una de las principales referencias de la Denominación de Origen de Ribera del Duero. El arquitecto Richard Rogers, encargado del proyecto, diseñó un sistema de arcos parabólicos compuesto por 5 bóvedas de cañón mediante arcos principales modulados cada 9 metros para que se adaptaran a la planta triangular del edificio. El inmueble utiliza vigas rectas de madera laminada que se apoyan sobre los arcos principales a lo largo de la longitud de las bóvedas y sirven de apoyo a los arcos secundarios.

Señorío de Astobiza es otra de las referencias de la Denominación de Origen de Txakoli de Álava a la que también ha seducido la robustez y calidez de la madera laminada, de la mano del arquitecto Rafael Manene.

Estos ejemplos complementan muchos otros como las bodegas de Rioja Alavesa de Aldeanueva de Ebro (construida junto con la empresa Inbisa Construcción y el Estudio de arquitectura Aquitenia) y la Bodega de Fos (que contó con la empresa Sacyr y la dirección del Estudio de Arquitectura Satie Arquitectos S.L.P), o la bodega de Txakoli Doniene Gorrondona (dirigida por el Estudio Toki Arquitectura), en Bakio, que certifican un «maridaje» perfecto entre el mundo de las bodegas y la madera como material constructivo, en el que Egoin desempeña un papel protagonista.

Bodegas de Rioja Alavesa de Aldeanueva de Ebro.