La madera pone la melodía y la armonía en la escuela de música de Usurbil
El proyecto de reforma de la Escuela de Música Zumarte de Usurbil, Gipuzkoa, tenía dos objetivos diferenciales, unidos por una apuesta clara por la sostenibilidad. En primer lugar, actualizar y ampliar un espacio histórico que fue creado en 1984 con el objetivo de fomentar y promover la cultura y la música vascas; y en segundo, mejorar la comunicación del edificio con su entorno a través de la integración con el paisaje y el respeto al medio ambiente, ofreciendo a sus usuarios una experiencia espacial única. Y el resultado ha sido espectacular desde todos los puntos de vista, gracias al protagonismo que ha jugado la madera, a su calidez, su carácter sostenible y su ligereza a la hora de apuntalar el edificio existente.
Para alcanzar estos objetivos el estudio 0S3 Arquitectura decidió recurrir a las soluciones de madera laminada y contralaminada de Egoin para crear nuevos forjados y la cubierta, y utilizó bastidores y paneles de lamas de alerce para diseñar las fachadas exteriores. Su carácter diferencial se hizo visible hasta en el ascensor, que ha sido construido con madera CLT.
El proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de Usurbil, pretendía mejorar las condiciones del edificio que albergaba la escuela de música Zumarte: una villa decimonónica con jardín que se había quedado obsoleta a la hora de dar respuesta a las necesidades del conservatorio. La intención de los promotores era intervenir lo menos posible sobre el edificio, para conservar su esencia y carácter histórico, pero al mismo tiempo ampliar la superficie útil de la escuela, y mejorar la integración urbana.
Espacio icónico y sostenible
Los responsables del proyecto aprovecharon el desnivel existente en la parcela para ampliar el edificio inicial y ganar así una nueva área pública vinculada al acceso principal de la escuela. Tal y como explica la arquitecta Maialen Sagarna, esta operación no buscaba únicamente ganar metros de superficie útil sino también convertir este edificio en «un espacio icónico y sostenible especialmente destinado a la interacción social, donde las personas pudieran reunirse, charlar y relacionarse, tanto en el interior como en el exterior». Para conseguirlo, los promotores crearon ensanchamientos interiores y lugares específicos pensados para la reunión, mientras que el espacio exterior fue diseñado con un sinfín de puntos pensados para el encuentro.
A todo ello se le añade el componente medioambiental, que forma parte intrínseca del proyecto. El edificio es una clara apuesta por los materiales renovables, ecológicos y saludables, incluye medidas de generación y consumo de energías renovables (geotermia),e integra elementos naturales como cubiertas vegetales y un espectacular tilo, aprovechando al máximo la iluminación natural.
En definitiva, gracias a esta reforma, la Escuela de Música Zumarte se ha transformado en un edificio espectacular e icónico que no solo cumple con su función didáctica de escuela de música sino que se ha convertido en un espacio social y un punto de encuentro referencial del municipio guipuzcoano. Asimismo, el edificio ampliado ha permitido acoger la sede del grupo de danza Orbeldi, hasta configurar una superficie total de 1.213 m2, distribuidos en varios niveles.
Para la construcción de este nuevo espacio, de 645 m2 de superficie, Egoin ha utilizado un volumen de 220 m3 de madera pino radiata y alerce procedente de explotaciones sostenibles del País Vasco, que han evitado la emisión a la atmósfera de 170 tn de CO2.