Egoin ha colaborado en la construcción de las nuevas oficinas de la empresa farmacéutica Galenicum en Esplugues de Llobregat (Barcelona). Para su nueva sede la empresa compró un edificio industrial de 4.102 m² con buenas conexiones con la ciudad y el resto del área metropolitana a fin de organizar a su equipo de Catalunya, que cuenta con 140 empleados, una docena de departamentos y prevé un importante crecimiento a corto-medio plazo. 

El proyecto rehabilita un edificio existente que se divide en dos zonas. Por un lado, un espacio diáfano propio de la actividad industrial, caracterizado por una estructura de pilares con vigas de celosía que sostiene una cubierta en diente de sierra orientada a norte y, por otro lado, un volumen de dos plantas  que alojaba las antiguas oficinas. El espacio diáfano de las naves queda interrumpido por un patio central. Este proyecto, cuya construcción arrancó en 2020 y finalizó en 2022, ha sido diseñado por el estudio de arquitectura barcelonés Harquitectes.

El principal problema al que ha tenido que hacer frente el estudio es la propia idiosincrasia de los edificios industriales, que disponen de mucho espacio y luz pero, sin embargo, tanto la organización del espacio como su climatización resulta costosa. Y es que la distribución de los espacios de trabajo ha sido uno de los principales desafíos a la hora de llevar a cabo este proyecto. 

«Los distintos departamentos se han organizado en forma de familias o tribus dentro de claustros o cajas de madera, con sinergias propias, trabajando en círculo y con un fuerte componente vegetal, fomentando la idea de colectivo, reduciendo el ruido y fomentando el confort«, explica el arquitecto a cargo del proyecto, Josep Ricart.

Para el desarrollo de estos espacios, el estudio ha contado con la colaboración de Egoin, quien se ha encargado de la ejecución y el montaje de seis ‘cajas’ de madera en forma de anillos a fin de distribuir las diferentes oficinas dentro del pabellón industrial donde se sitúa la nueva sede. 

La solución aportada por la empresa de construcción en madera ha consistido en la ejecución de los 5 anillos -cuatro rectangulares y uno cuadrado- y un pequeño pabellón. Para levantarlos se han utilizado 90 paneles de muros de madera contralaminada o CLT. El círculo interior de los anillos, por su parte, se sostiene mediante una estructura metálica que da apoyo a las cubiertas, también realizada con 90 paneles vistos de CLT y cuya superficie total abarca 1500 m² de madera.

El montaje de estas estructuras ha sido otro obstáculo en el desarrollo del proyecto. Un montaje complejo dado que sólo podía realizar dentro del propio pabellón sin permitir el uso de grúas. Para materializarlo, el equipo de obra de Egoin ha tenido que descargar los paneles e introducirlos uno a uno mediante carros y subirlos mediante grúas sobre oruga. El proyecto tuvo que ser troceado a fin de poder montarlo de esta manera, evitando paneles de grandes dimensiones y peso elevado. 

Este conjunto de espacios y patios se encuentra protegido de la intemperie por la envolvente original de la nave industrial, para que este clima sea lo más atemperado posible. Además, se ha conseguido mejorar la envolvente en términos de aislamiento, ofreciendo un pretratamiento del aire primario en invierno y ventilación en verano. Por su parte, los espacios de trabajo se han climatizado con un suelo radiante-refrescante, mientras que el aire caliente o frío interior pasará al espacio intermedio, mejorando así sus prestaciones del edificio.

Por último, el patio central del edificio se completa con un claustro abierto con un jardín verde, que actúa como gran distribuidor de acceso a todos los claustros de trabajo y principal lugar de descanso.En total, Egoin ha utilizado un volumen de 235 m³ de madera de pino radiata procedentes de bosques de Euskadi para la construcción de estas oficinas. Este proyecto ha ganado el Premio de Arquitectura Española 2023, concedido por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE).