Calidez y confort para ‘crecer jugando’ en un centro educativo de Tarragona

Un centro educativo para niños y niñas que dan sus primeros pasos debe ser un edificio compacto, polivalente, de una única planta y con todas las aulas comunicadas de forma directa con el exterior. Además, tiene que utilizar materiales cálidos, respetuosos con el medioambiente e inocuos para los pequeños, aprovechando al máximo la luz y los recursos naturales que facilitan el juego y las actividades, proporcionando el máximo bienestar a los alumnos y alumnas.

Estos, entre muchos otros, han sido los principios que han inspirado el trabajo del equipo de arquitectos de bxd arquitectura a la hora de diseñar la escuela Creixem Jugant en el municipio de El Vendrell en Tarragona, Cataluña. Se trata de un centro educativo para niños y niñas de 0 a 3 años que tiene como argumentos de aprendizaje el juego, la experimentación y la creatividad, es decir, ‘crecer jugando‘, conceptos que encajaron a la perfección con el concepto de edificio ideado por bxd arquitectura, diferente a las propuestas que suelen acompañar a este tipo de equipamientos: espacios claros, salas polivalentes, aulas exteriores protegidas con pérgolas, y todo ello construido en madera.

Este ambicioso proyecto cobró vida con un diseño tan excepcional como apasionante, que ha sido galardonado con el premio NAN 2021 al Mejor proyecto de construcción no residencial. Tal y como explican los arquitectos Francesc Buixeda y Javier Ivorra, el objetivo del proyecto era crear un edificio «con una organización centrífuga» que tuviera como centro de circulación un atrio con luz cenital, y que contara con una estructura porticada de madera que mostrara y definiera con claridad todos los espacios de la escuela. De esta forma, el atrio se convertiría en un eje alrededor del que giran las cuatro aulas, una por cada cara del cuadrado en planta, mientras que el conjunto del edificio quedaría rodeado por patios que comunican directamente con ellas. El diseño se completó con pérgolas que parten de las fachadas para cubrir parcialmente los patios y que enlazan con el cierre perimetral. 

Dentro de este equipamiento, la madera ha jugado un papel trascendental por varias razones: no solo se trata de un «material natural, renovable y sostenible» que «aporta gran valor al proyecto» como recalca Buixeda, sino que ofrece unos acabados de calidez interior que resultan beneficiosos para los niños y niñas, dotando al conjunto arquitectónico de armonía y luz natural. De hecho, el equipo de bxd arquitectura escogió la madera por su carácter reciclable, reutilizable y sostenible desde el punto de vista medioambiental, pero también por las grandes dosis de «confort« y «rendimiento positivo» que aporta a los usuarios del equipamiento, desde un prisma social.

Pero, además del carácter sostenible y del confort que ofrece, la madera ha cobrado un gran protagonismo desde el punto de vista estructural: en Creixem Jugant la estructura de madera porticada totalmente vista alrededor del atrio es el elemento que ha conseguido organizar los espacios y los elementos constructivos de forma clara y didáctica, y el que ha permitido construir la guardería con una mínima generación de residuos en apenas 3 meses. A ello se le han añadido las soluciones de herrajes ocultos y uniones tradicionales que ha aportado Egoin, que ofrecen la máxima visualización de la madera para obtener la mayor permeabilidad de los espacios.

El resultado es un equipamiento espectacular que muestra de forma nítida las potencialidades que ofrece la madera a la hora de abordar cualquier proyecto constructivo, y que la han consolidado como una alternativa solvente frente a materiales más convencionales y contaminantes como el hormigón y el acero. 

En total, el edificio cuenta con una superficie de 526 m² que ha absorbido un total de 76,62 m³ de madera laminada encolada y madera CLT.