39 viviendas sociales en Mutilva sin huella energética
La combinación de tecnologías tan diversas como la madera, el hormigón y el acero exige soluciones técnicas colaborativas, grandes dosis de innovación y un intenso trabajo de arquitectura e ingeniería. Este patchwork tecnológico, liderado por las soluciones de madera contralaminada (CLT) y laminada de Egoin, es el que ha presidido la construcción de un edificio de 39 viviendas en la localidad navarra de Mutilva a cargo de los estudios de arquitectura Taller Básico de Arquitectura y MRM Arquitectos. Con sus 18 metros de altura este es el edificio de mayor altura erigido en Navarra con estructura, fachada y cubierta de madera, apoyada por acero como soporte vertical complementario.
El proyecto Entremutilvas es el resultado de un concurso de ideas promovido por la empresa pública navarra Nasuvinsa. ¿El objetivo? Diseñar un edificio de viviendas de alquiler que fuera icónico desde el punto de vista de la habitabilidad y de la eficiencia energética y que, además, fuera capaz de salvar la irregularidad de la parcela para quedar completamente integrado en el entorno. Para dar respuesta a estos retos el equipo de arquitectos ha recurrido a una combinación dispar de materiales constructivos, compatibilizando el modus operandi de cada uno de los actores con una técnica específica y un sistema innovador basado en procesos industrializados.
Desde el punto de vista constructivo, tal y como explica el arquitecto de Taller Básico de Arquitectura, Javier Pérez-Herreras, «el proyecto ha dado respuesta a las necesidades de habitabilidad y comodidad que exige un edificio colectivo de viviendas». El edificio consigue salvar la irregularidad de la parcela con un gran vaso de hormigón que aporta «luz y habitación» a los aparcamientos y trasteros, y, sobre él, se erigen las 39 viviendas que integran el edificio, realizado en madera y acero. Este bloque residencial en forma de L mira hacia un espacio verde que se mimetiza con la naturaleza de los montes que rodean la zona, y sirve de acceso a las tres escaleras que vertebran las 39 viviendas del edificio, que se coronan con un voladizo de madera.
La orientación más fría del edificio queda «abrigada» por una fachada de madera que integra las ventanas de los dormitorios de todas las viviendas mientras que el lado opuesto, el más soleado y luminoso, acoge los salones y cocinas mediante un paño de vidrio que deja pasar la luz hacia el interior. El protagonismo de la madera en este proyecto no solo aporta una imagen amable y doméstica del edificio sino que deja una «huella energética prácticamente nula», según explica Pérez-Herreras.
Una de las características constructivas del edificio, cuya finalización está prevista para otoño de 2023, es el sistema industrializado que se ha diseñado para su ejecución. El equipo técnico ha involucrado a todos los gremios participantes en un equipo interdisciplinar para la elaboración de un proyecto constructivo plenamente coherente y coordinado. A pesar de que esta compleja tarea ha ampliado la fase de diseño, durante la ejecución se ha convertido en una «magnífica herramienta para asegurar la calidad constructiva y la riqueza arquitectónica» del edificio.
Javier Pérez-Herreras destaca el papel que ha jugado Egoin en esta tarea. «Las propuestas constructivas más innovadoras de este proyecto unen el empleo de la madera como estructura horizontal, el hormigón como una suerte de membrana que le acompaña y el acero como estructura vertical. A esta estructura de madera, principal actor del edificio, se unen la práctica totalidad de los elementos constructivos que forman parte del proyecto. Egoin supo entender el reto y trabajar en este nuevo marco tan interdisciplinar».
El resultado es, en palabras del arquitecto, «una arquitectura de calidad, tanto en términos espaciales como constructivos». «La industrialización e introducción de la madera como elemento estructural y visible del proyecto apuesta por esta arquitectura de calidad en un marco tan exigente como debe ser la vivienda social», concluye.
El edificio de viviendas, cuya construcción arrancó a finales del pasado año, está compuesto por un sótano para garajes, cuatro plantas y cubierta. Para su construcción, Egoin ha utilizado 1.100 m2 de paredes FRAME, 330 m3 de madera laminada para las vigas estructurales y 680 m3 de madera CLT para los forjados, además de correas de madera estructural KVH, de la variedad pino radiata y alerce.