La apuesta por edificios cada vez más respetuosos con el medio ambiente, sostenibles, cálidos, robustos y versátiles ha convertido la madera en uno de los materiales que mayor protagonismo han adquirido en el sector de la construcción residencial durante los últimos años. 

Promociones como la que ha desarrollado Egoin en Girona, de la mano del estudio Bosch Capdeferro, y también en Manchester y Birmingham, gracias a su acuerdo estratégico con la promotora Urban Splash, son solo una muestra de la creciente importancia que ha adquirido este material, que ha tenido en Cornellá de Llobregat una de sus manifestaciones emblemáticas más recientes.  Se trata del mayor edificio residencial construido hasta el momento en nuestro entorno, que ha sido diseñado por el estudio Peris + Toral Arquitectes. El proyecto está compuesto por un bloque de 85 viviendas que se erige sobre la parcela de un antiguo cine de la localidad  catalana, y en el que la madera ha jugado un papel fundamental desde su misma concepción a través de una estructura diseñada para bajar las cargas y sustentar el edificio de manera adecuada. 

A ello se ha sumado la singularidad de su diseño, en el que la madera también ha desempeñado un papel protagonista: cada planta del edificio está conformada por una matriz de 108 espacios comunicantes de este material que han permitido eliminar los pasillos privados y comunitarios, y conseguir así el máximo aprovechamiento del espacio. 

Para poder ejecutar este proyecto de 85 viviendas de protección oficial, de 5 pisos y una altura total de 21 metros, Egoin ha aportado un total de 2.100 m3 de madera contralaminada CLT de pino radiata procedente de Euskadi para sustentar las fachadas, escaleras y forjados, y ha utilizado madera laminada para diseñar las vigas y pilares de su estructura central. Un alarde constructivo que denota el peso específico que está adquiriendo la madera en las edificaciones de carácter residencial. El resultado ha sido una estructura en planta de 54,4 x 44,6 metros, con un patio central de 15×26 metros y  una superficie total de 12.815 m2, que cuenta con cuatro núcleos de comunicación vertical situados en las respectivas esquinas del patio de manzana. La disposición de las viviendas alrededor del núcleo habilita una doble orientación que garantiza una ventilación cruzada para todas las viviendas. El edificio está envuelto por una galería que dota a las viviendas de espacios exteriores y que crea la percepción de que se trata de un espacio de mayores dimensiones.  

La presencia de la madera ha sido una constante en todo el proyecto, tanto desde el punto de vista estructural como desde el estético y el logístico, hasta el punto de que, tal y como explica el director comercial de Egoin Unai Gorroño, «nos ha ayudado a aprender a utilizar grandes volúmenes de material en las diferentes fases del proyecto, tanto en el aspecto del diseño como en el de la fabricación y el montaje».  

El proyecto de Cornellá, en el que Egoin ha trabajado durante 5 meses, forma parte de un amplio portfolio de construcciones residenciales entre las que también destacan las viviendas PassivHaus de Muros de Nalón.