Estructura de CLT para la rehabilitación de una antigua masía en Barcelona

La transformación de una vieja masía de piedra de 368 m2 en un centro cívico en Barcelona ha permitido mostrar la polivalencia que ofrece la madera y su idoneidad como material para llevar a cabo un complejo proyecto de rehabilitación.

La antigua masía de Can Carol es un edificio de planta baja y una altura erigido en 1860 en el barrio de Vallcarca, en el distrito de Gracia, que permanecía en condiciones de semi ruina desde hacía varios años y que únicamente conservaba sus fachadas y algunos muros de trava interiores. Su valor patrimonial, simbolismo y ubicación, unidos a la necesidad del barrio barcelonés de contar con nuevos equipamientos sociales, llevaron al Ayuntamiento de Barcelona a promover su rehabilitación y conversión en un centro cívico que respetara su estructura exterior y valor patrimonial, y que se ejecutara bajo criterios de sostenibilidad y máxima eficiencia energética.

El estudio de arquitectura OliverasBoix, encargado del proyecto, optó por la madera para reforzar los antiguos tabiques de mampostería de la masía. Para ello levantó muros de CLT de 12,5 cm de espesor que incorporan el aislamiento térmico en su cara exterior, y utilizó forjados de contralaminado de espesores de 14 y 20 cm para estabilizar las fachadas existentes.

Tal y como explica la arquitecta Núria Oliveras Boix, la madera no solo ha permitido apuntalar la nueva estructura del edificio sino también «diferenciar claramente lo nuevo de lo antiguo», que era uno de los objetivos del proyecto. Además, este material cuenta con características adicionales que lo han convertido en el más idóneo para ejecutar este proyecto: un montaje en seco, tiempos de instalación muy breves, su carácter renovable y acabado interior, y un excelente aislamiento térmico.

El estudio de arquitectura decidió recurrir a Egoin porque, por un lado, se trata de uno de los «principales fabricantes a nivel nacional», pero también porque utiliza madera de procedencia local, y este hecho hace que su transporte genere un menor impacto medioambiental.

Por su parte, el técnico de Egoin Iñaki Renteria recuerda que el proyecto ha consistido en «realizar un edificio de madera dentro de otro de piedra», cuyas fachadas exteriores se debían conservar por su carácter de edificio protegido, y en el que la madera ha tenido que realizar un notable esfuerzo portante y de resistencia. Para llevar a cabo esta compleja tarea, Egoin decidió utilizar paneles EGO CLT capaces de sujetar los muros de mampostería existentes, y llevó a cabo su fabricación en taller ajustándose a las geometrías ya existentes. Para ello realizó un levantamiento topográfico de las antiguas paredes de la masía y lo plasmó en los nuevos paneles de madera para conseguir que fueran idénticos a los existentes y que los huecos coincidieran, uno de los requisitos fundamentales del proyecto.

En este proceso, el mayor reto ha consistido, según recuerda, en trasladar los enormes paneles de madera de 10 m de largo, 3 m de ancho y 2 toneladas de peso a los huecos existentes de la zona de arcos e introducirlos por encima de los muros existentes en la obra.

Los trabajos de rehabilitación del Casal del Barri de Can Carol arrancaron a mediados de 2019 y su conclusión está prevista para mayo 2020.